Desde hace ya algún tiempo, el Ayuntamiento de La Muela ha sido noticia por delitos de corrupción urbanística por parte de algunos de los miembros que conforman el consistorio. Pero hoy esta localidad es noticia por lo curioso de los requisitos de algunas de sus ofertas de empleo público. En el siguiente enlace http://www.lamuela.es/web/ayuntamiento/ayuntamiento_oferta.asp?pag=1&tipo=
se pueden consultar las bases de los diferentes puestos de empleo. Entre ellos figuran una plaza de Bedel, cinco de monitor y tres plazas de limpiadoras. Si tomamos el masculino como genérico, es decir, que se puedan adjudicarse las plazas de bedel y de monitores tanto a hombres como a mujeres, ¿sucede lo mismo con las de limpiadoras? ¿Por qué no se han limitado a denominarlo “personal de limpieza” o “limpiadores”? Dando por hecho que puedan acceder al puesto personas de ambos sexos. Pues parece que no. Y lo que más me choca es que esto suceda en un ayuntamiento donde gobierna una alcaldesa. ¿Qué opinaría Maria Victoria Pinilla si le dijeran que la política es cosa de hombres? Seguramente sacaría a relucir las cualidades de las mujeres para poder gobernar igual o mejor (no es su caso) que un hombre. ¿Acaso los hombres de La Muela no saben lo que es un trapo, una escoba o una fregona? ¿Acaso no han visto nunca un bote de lejía, de amoníaco, de jabón…? Si esto es así, ya es hora de que aprendan, pues la higiene no es asunto de sexos.
Me resulta indignante que en pleno siglo XXI todavía pensemos únicamente en las mujeres a la hora de realizar labores de limpieza. Ya está bien de discriminación. No todas las personas valemos para los mismos trabajos, pero eso no es una cuestión de sexos, sino de habilidades personales e individuales.